viernes, 28 de noviembre de 2014

EXCURSION A RONDA Y SUS BODEGAS

LA AGRUPACIÓN CULTURAL TELEFÓNICA EN RONDA
 
La Agrupación Cultural Telefónica organizó el pasado día 22 de noviembre una excursión a la Ciudad Soñada de Ronda, de la que Rainer María Rilke escribió: “... el incomparable fenómeno de esta ciudad, asentada sobre la mole de dos rocas cortadas a pico y separadas por el tajo estrecho y profundo del río, se correspondería muy bien con la imagen de aquella otra ciudad revelada en sueños. El espectáculo de esta ciudad es indescriptible, y a su alrededor, un espacioso valle con parcelas de cultivo, encinas y olivares. Y allá al fondo, como si hubiera recobrado todas sus fuerzas, se alza de nuevo la pura montaña, sierra tras sierra, hasta formar la más espléndida lejanía....por eso fue un maravilloso acierto haber dado con Ronda, en la cual se resumen todas las cosas que yo he deseado: una ciudad española atalayada de un modo fantástico y grandioso..."
 
Una jornada entera para disfrutar de esta ciudad tan peculiar, de lo que ofrece sus calles, sus monumentos, su gastronomía, su Tajo y sobre todo atraídos por conocer de cerca su cultura vitivinícola, que tanto auge está tomando gracias al esfuerzo de personas dedicadas a ello y que han apostado por la calidad más que por la cantidad, tal como refería al grupo el propietario de la Bodega García Hidalgo, la cual se tuvo la ocasión de visitar degustando sus deliciosos caldos.
 
Una larga tradición histórica de Vino
 
“Un día caluroso cualquiera de finales de Agosto, en las cercanías del poblado protohistórico de Acinipo, madre e hijo recolectan en el Arroyo de Setenil unos racimos de uvas silvestres y bien maduras. Los introduce en un cesto de mimbre y marchan de nuevo al poblado, entre un bosque de encinas, quejigos y alcornoques. Una vez en su vivienda circular con cubierta vegetal, quizás por olvido y con la providencia del azar, la alta temperatura y  maduración del fruto, genera, en cuestión de horas, una fermentación, resultando un liquido extraño, mejor dicho un zumo, excitante y delicioso”.
Comienza pues la historia de los vinos de Ronda. Son varias las referencias arqueológicas y documentales que aseveran la larga tradición de Ronda como tierra de vides y vinos. Desde las primeras vinculadas a la numismática de la ciudad ibero romana de Acinipo (47-44 a.C), en el que se constata el tópico del racimo de uva, lo que sin duda demuestra la importancia de la vid en la base económica de estas comunidades.
 
 
El Área Vitivinícola de la Serranía de Ronda
 
El área vitivinícola de la Serranía de Ronda, se integra en la Denominación de Origen "Vinos de Málaga y Sierras de Málaga". Se localiza en la zona más noroccidental de la provincia malagueña, donde el devenir del tiempo ha legado un extraordinario patrimonio cultural y natural, visible en sus monumentos, pueblos, tradiciones y parques naturales.
La diversidad geológica de sus suelos, junto a la altitud, horas de insolación (2700 horas anuales), el régimen pluviométrico, con una medida anual de 607 l/m2, las características climáticas del área, con inviernos fríos y húmedos y veranos cálidos (temperatura media anual de 16º), configuran un escenario biodiverso que desarrolla vinos con un gran despliegue de aromas y gran personalidad.
Pero, si existe una referencia clara sobre la importancia de la vid y del vino en el territorio, esta es la que proporciona las Ordenanzas Municipales de la Ciudad de Ronda y su jurisdicción, mandadas pregonar por orden del Rey D. Felipe en la Plaza de Viva Rambla de la Ciudad de Granada en el año 1.568. Dicha proyección de la vid también se documenta en el XVIII y principios del siglo XIX, sobre todo en el área del Barrio de San Francisco.
Será a fines del siglo XIX cuando la filoxera (Dactylosphera Vitifoliae), enfermedad provocada por un insecto, ataque las raíces de la vid y de la memoria de los viticultores, provocando la muerte de los viñedos y consigo la desaparición de un saber hacer tradicional y de una cultura vitivinícola.
Pero todo no estaba escrito, el siglo XXI, marca un punto de inflexión, gracias a nuevos vitivinicultores locales y foráneos, que han apostado decididamente por este territorio. Se comienza a recuperar la memoria, recordando y demostrando con su buen hacer, que Ronda es tierra de vinos.
El vino en esta comarca tiene una larga historia y cada una de las botellas de vino de Ronda, con clave de paciencia, puede tener la suya, ayudando a escribir la historia contemporánea de los vinos de Ronda con letras de oro.
 
 
 
 
Paco Núñez 25/11/14

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